Un día cualquiera, frente a un computador alguien desarrolla el plan de trabajo que en los próximos días el personal de su empresa deberá ejecutar. Los trabajadores a su cargo adoptan la actitud requerida para el logro de los objetivos establecidos y en ese mismo escenario cada individuo ocupa la posición apropiada para darle frente a las circunstancias que se presenten. Aunque todos tomaron decisiones, algunos lo hicieron desconociendo si su posición era la del Líder o la del Jefe. La manera como diriges una empresa, como influyes en tu equipo de trabajo, son decisiones que debes tomar todos los días, lo importante es saber cómo hacerlo, si como Jefe o Líder.
El jefe asume la posición de autoridad, no ve a su equipo de trabajo como un apoyo, utiliza el miedo como forma de respeto, generando temor, reprende y castiga. Son personas que piensan que el liderazgo se impone como en la época de los tiranos que por ser los dueños podían disponer de su gente a su antojo y sin ninguna consideración. Son personas tóxicas que terminan acabando con las empresas. El autoritarismo afianza su posición de jefe y su posición de ventaja. Un jefe autoritario dista mucho de ser un buen líder y pasa de autoridad a abuso de la autoridad.
El líder necesita un equipo sólido para lograr sus objetivos es consciente que el futuro de su empresa está en manos de sus colaboradores. El líder inspira, corrige, orienta, genera confianza, respeto y da ejemplo.
Aquí les traigo algunos consejos prácticos para ser un buen líder.
- Planear: Establecer los objetivos y procesos para conseguir resultados. Definir estrategias y poderlas medir. Es muy importante que el empleado sepa que es lo que esperamos de él y el tiempo en que debe realizar la tarea.
- Comunicar: Ser claro y asertivo con el tono de voz al marcar los objetivos. Si es una instrucción o una opinión, asegúrate que el mensaje sea escuchado y comprendido.
- Comprender las emociones: Las tuyas y las de tu equipo. Un líder entiende la situación de su empleado y puede detectar sin que se lo digan si el empleado tiene una situación personal que lo está afectando si no tiene la habilidad para desempeñar una tarea, pero sobre todo controla sus propias emociones de manera que esto no afecte su labor ni a su equipo. Sobrellevar los estados de ánimo y motivarlos con un buen consejo.
- Potencializar las habilidades en los equipos: Brindar las herramientas necesarias para que su desempeño sea óptimo en lo que mejor sabe hacer.
- Innovar: Mantenerse a la vanguardia en conocimiento y herramientas. Transmite el mensaje de una manera creativa, diferente que impacte que inspire. Reinventarse todos los días para sorprender.
- Plan de mejoramiento continuo: Un buen líder sabe cuándo es el momento de hacer cambios, tomar acciones.
- Perseverar: no darse por vencido, si la meta es clara intentarlo de mucha maneras y seguro encontrara la correcta.
- Capacitar: Elabora un plan de capacitación que incluya el desarrollo de habilidades y competencias. Ayuda a tu empleado a crecer en conocimiento y como ser humano.
- Es visionario: es capaz de anteponerse a un problema y también a una oportunidad.
- Es buen orador: sabe expresarse, traslada sus ideas y es capaz de entusiasmar con su palabra.
- Es humilde: lucha contra la arrogancia ya que esto genera rechazo.
Ser líder o jefe es una decisión. Buscar el bienestar de nuestros empleados es casi una obligación en este tiempo. Te invito a ser un gran Líder, esa persona que inspira a los demás a ser mejores seres humanos.
Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.
Albert Einstein
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